Arquitecta, profesora de Diseño y Comunicación Visual, Liliana Gelman es también fotógrafa. Esta artista argentina, amiga de las flores, los pájaros, las nubes, el mar, se propuso con su “Concierto del agua”, darle la espalda por unos momentos al oleaje de las calles y avenidas de la gran ciudad, escuchar las olas que hablan.

En el marco de la Bienal del fin del Mundo, en Mar del Plata (2015), instaló micrófonos sobre la arena, y entre las rocas. Colocó, luego, columnas de sonido para traer la voz amplificada del agua. Por último, puso sillas en la playa, dejando listo el auditorio.

Los paseantes se sentaron a respirar la brisa, a escuchar el sonido de las olas sobre la arena, el rugido del agua y el viento entre las rocas, los embates del mar golpeando sobre la escollera, el agua que se abate y retrocede en un movimiento incesante. La mirada se posa en las nubes, en los reflejos de la luz en la superficie del mar, en el horizonte lejano. El mar, el cielo, la tierra. Deambula sin propósito la mente, mientras el sonido de las olas nos regala paz.

Liliana Gelman viene a decirnos algo por lo demás evidente, de todos sabido y a menudo olvidado. Aparquen por un momento sus preocupaciones y sus prisas, dejen a un lado sus quehaceres urgentes. Siéntense a escuchar el sonido del agua y el viento, a contemplar el cielo. Déjense conmover por la revelación de la inmensidad del mar.

Jose Luis Polanco Del silencio y la música, revista Peonza #121 De la música, Santander, España, 2017